TRECE MESES DESPUÉS …VOLVIMOS A MONZALBARBA
El pasado domingo 28 de marzo… Qué día tan maravilloso… De nuevo volvimos a pisar el tatami de Monzalbarba. Nada más y nada menos que 13 meses después de que esta pandemia se entrometiera en nuestras vidas y en nuestro deporte, con tan fatales consecuencias en lo personal y profesional. Trece meses, sin verme de nuevo ante el ordenador para dejar testimonio de una actividad de judo. Trece meses, sin ver la luz al final de este túnel en el que de la noche a la mañana nos vimos inmersos. Trece meses, de desesperación realizando un judo “peculiar” sin contacto; quién iba a concebir eso hace un año. Judo sin contacto… Trece meses, viendo cómo el club se tambaleaba, la estructura deportiva se venía abajo, los monitores cesaban en su actividad, los trabajadores entraban en ERTE. Trece meses, en los que hemos ido perdiendo seres queridos, amigos y personajes de referencia en nuestro deporte. Trece meses, viendo cómo sucesivamente se iban suspendiendo actividades: campeonatos, pasos de grado, entrenamientos regionales, concentraciones, cursos de superación técnica, seminarios arbitrales, jornadas de promoción, y un largo etcétera, sin retorno. Trece meses, sin actividad de judo en el calendario, sin viajar a Monzalbarba, sin sentir ese hormigueo en el estómago ante una actividad de judo. Trece meses… Trece meses…
Y por fin llegó la luz. Comenzamos con las primeras actividades de judo: el curso de superación técnica y el entrenamiento regional. Y qué respuesta de los judocas aragoneses … Más de 200 participantes, y cerca de medio centenar, de JCZ: Zaragoza, Villanueva de Gállego, Utebo… Qué alegría ver de nuevo “in situ” y no a través de una pantalla de ordenador, a tantos compañeros del club y de otras entidades aragonesas, independientemente de la mascarilla, pero poder oírles hablar, verlos físicamente, saber de ellos de nuevo… Ese fue el verdadero éxito de las actividades del domingo, más que el contenido en sí, lo más importante era VOLVER, ESTAR, SENTIR… De nuevo nos sentimos judocas, de nuevo pisamos el duro tatami de Monzalbarba, de nuevo supimos de los clubes de Zaragoza, Huesca, Teruel, de sus profesores, de los competidores con los que nos jugábamos las plazas para los nacionales… Aprovechamos para refrescar el Nage No Kata: los pasos, las técnicas, las direcciones de las proyecciones… De nuevo sentimos lo que era agarrar el judogi de un compañero en los uchikomis, las reacciones y tensiones de un rival en los randoris, los ataques, los contrataques, la lucha de agarres, el ruido de los ukemis, de nuevo respiramos, vivimos, sentimos, palpamos JUDO en toda su esencia, y qué rápido pasó el tiempo. Eso fue lo más importante del domingo, que TRECE MESES DESPUÉS… VOLVIMOS A MONZALBARBA.
Que emocionante Javi…