NUESTRA NUEVA GENERACIÓN DE ALEVINES… SÍ, PROMESAS DEL FUTURO
Tras el paso de “ilustres” generaciones de alevines por mi clase de los martes y viernes, como los Kevin, Elián, Leyre, Sergio, Iván, Gayarres, María, Manuel, Óscar, Inés… Este año me he encontrado con un “nuevo” grupo, y digo nuevo porque el 75% de la clase ha iniciado sus clases conmigo esta temporada por primera vez y la mayoría de ellos no llevan más de 4 ó 5 meses haciendo judo. Con esta introducción queda patente que estamos ante un nuevo proyecto, ilusionante, motivante y con nuevas metas y expectativas para ellos y para mí. Cuando planteé hace una semana la posibilidad de competir en esta Copa de Aragón Alevín, el evento más importante por su magnitud de la categoría, los padres de los “nuevos” me preguntaron que si se apuntaban, mi respuesta fue SÍ. Sí, porque un judoka aprende compitiendo, sí porque un judoka cuando va a un campeonato saca conclusiones positivas y negativas, y éstas hay que luego saber reconducirlas para que el deportista venga a la clase siguiente más motivado y con la idea fija en su cabeza de seguir trabajando y progresando, y para eso acudimos el sábado en Monzalbarba. Los “veteranos” como David Prieto demostraron que la experiencia y acumulación de judo en su cuerpo se nota y esto fue lo que sacó a relucir el bueno de David, que tanto y mucho trabaja día a día con un segundo puesto muy meritorio en su liga. Los debutantes, el resto, demostraron una actitud diferente a la hora de afrontar sus combates y un cambio en su mentalidad; fueron a competir. Así fue el caso de África, que desde que se inició la temporada ha cambiado, se esfuerza y trabaja mucho en los entrenamientos y está teniendo una progresión excelente y seguro que aún dará más, muy bien por ella. Excelente mis encantadoras “novatillas” de la clase Alba, Nerea y Laura el trío magnífico que fue a competir por primera vez a Monzalbarba y con gran actitud, salieron al tatami a dar el máximo, a competir y pese a que perdieron, aprendieron y ayer vinieron a la sesión a trabajar con más ilusión y más duro si cabe de lo que habitualmente hacen. BRAVO POR MI TRÍO.
Y magnífico Daniel Murillo, que en su vuelta al judo y en su primera competición sacó a relucir las horas de judo acumuladas del verano, otoño y parte del invierno. Un fijo en sus clase y un fijo en los entrenamientos de los sábados y un habitual de los jueves, acumula muchas horas de entrenamiento y eso sale y de qué manera porque el sábado superó todos sus combates por la vía rápida del Ippon. Está claro que tenemos una nueva generación de alevines con ganas, un proyecto nuevo y… SÍ, PROMESAS DEL FUTURO.