UN ORO, UN BRONCE Y CUATRO QUINTOS. A SUMAR Y A SEGUIR ENTRENANDO
El pasado fin de semana acudimos con seis participantes a la Copa de España de Granadilla en Canarias. Esta vez, mejoró la actitud de nuestros competidores aunque todavía tenemos que seguir realizando mejoras en este aspecto, pues está claro que aparte del acierto de nuestros rivales, algo falló en la disputa de los bronces, como para perderlos todos.
Nuestros cadetes hicieron póker de quintos puestos. Su determinación mejoró y esta vez tanto María como Lucía, compitieron y pudieron medirse en varios combates con mayor o menor acierto. Iván no estuvo mal, pero en esta ocasión algo le faltó para volver a subirse al pódium y ese algo, es lo que habrá que rectificar. Daniel, realizó un gran campeonato, llegó hasta semifinales, plantó cara al favorito y a la postre campeón, pero no fue suficiente y se vio abocado a la disputa del tercer puesto. En la lucha por el bronce y con un waza ari a favor, no supo cerrar su combate y un error infantil, le privó de un bronce que se tenía que haber traído en el bolsillo por el judo desplegado.
A la tarde compitieron nuestras infantiles. Tanto Lucía como Nerea partían con grandes posibilidades, sobre todo Nerea que como cabeza de serie se coló en las semifinales por la vía directa. El sorteo del cuadro hizo que ambas se encontraran en la disputa del acceso a la final. Comenzó ganando Nerea con un waza ari, pero fue Plou la que se llevó al final el gato al agua y venció en el duelo JCZ, accediendo a la final, donde tras una magistral actuación logró un merecido Oro, su primer triunfo en un evento a nivel nacional, para una judoca que ya lo venía persiguiendo. Por el otro lado Nerea González, supo sobreponerse del disgusto de la semifinal, para con garra y coraje, sacar adelante su combate de lucha por el bronce y subirse al tercer cajón del pódium.
En global, una mejoría sustancial, respecto a Pamplona, si bien es cierto que en esta ocasión faltaban bastantes expediciones y competidores que se dieron cita en la copa navarra. El balance final, un oro, un bronce y cuatro quintos puestos. Y ahora, A SUMAR Y A SEGUIR ENTRENANDO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Agradecimientos a nuestros colaboradores y entrenadores que acompañaron a nuestros judokas: incombustible Daniel Sierra que pese a su lesión se encargó de estar en todo momento con nuestros chicos y no les faltara nada, el anfitrión tinerfeño Alberto que además de labores de silla nos hizo de guía turístico en la visita a la isla, a Cristina y Raúl que les guiaron durante el campeonato.
A CONTINUACIÓN OS DEJAMOS CRÓNICA Y FOTOS POR DANIEL S.
Empezamos el día bien prontito para ir desayunando y despejándonos para lo que nos esperaba. Todos habían dado el peso el día anterior y las ganas de competir iban aflorando según se quitaban las legañas y nos recomponíamos de un sueño no muy reparador…
Ya el día anterior me comentaban que les apetecía mucho hacer esa competición y pronto mostraron sus intenciones: darlo todo y plantarle cara a cualquier rival que se les pusiera por delante. Y así fue.
Mientras nuestras dos infantiles animaban desde la grada, la competición que tenía lugar esa mañana era la de los cadetes: Daniel Murillo (-50), Iván González (-60), Javier Romeo (-66), María Murillo (-48), Sandra Rodrigo (-57) y Lucía Zaera (-63).
– Dani empezaba su competición algo agachado y temeroso, mezcla de la fuerza de su rival y del salto a su recién estrenada categoría cadete. Pese a esto, consiguió resolver favorablemente su combate gracias a una contra que le dio la victoria por waza-ari. En su siguiente combate se le veía algo más cómodo, aunque hasta el segundo o tercer mate no empezó a hacer el judo erguido y suelto al que nos tiene acostumbrados. Fue entonces cuando sacó garra y venció en suelo con una estrangulación. Según avanzaba la competición aumentaba la dificultad y a su vez la soltura de nuestro judoka, quedando demostrada en su tercera confrontación la cual venció por ippon tras un precioso amago de seoi y cambio a o uchi gari.
Ya en semfinales, el enfrentamiento fue contra un judoka conocido que le daba bastante respeto. Pese a que Dani había ido superándose combate a combate, su rival mostró un judo muy activo y de agarres muy fuertes que apenas le dejaba reaccionar. Consiguió mantener más de la mitad del combate con 2 shidos a favor, pero esto solo hizo que su contrincante aún atacara más hasta que finalmente consiguiera derribarle. Repesca y a por el bronce.
En su último combate, Dani salió a por todas y así pasó que en los primeros 5 segundos consiguió marcar un waza-ari de un bonito de ashi barai. Desgraciadamente, llevando el combate dominado tanto en desplazamientos, como en ataques, su rival se zafó de una inmovilización y se revolvió consiguiendo agarrar y luxar el brazo del competidor zaragozano…
Fue un quinto puesto que, pese a la buenísima progresión de su competición, supo a poco.
– Pese a que Alberto se esforzó en meterle caña con un intenso trabajo en la sala de calentamiento, Iván saltó al tatami medio dormido. Así pasó, que a los 10 segundos de su primer combate tuvo un susto que afortunadamente quedó en eso. El judoka maño consiguió espabilar y marcó un waza-ari que mantuvo durante gran parte del combate. Esto le sirvió para poder dosificar esfuerzos hasta el momento en que vio clara su oportunidad y a falta de 1 minuto atacó con un kata guruma rodado que le dio la victoria por ippon.
En su segundo combate saltó al tatami habiendo aprendido la lección del sustito anterior y no dio opción a su rival: Supo resolver el combate eficazmente con un ippon que le acercaba un poco más a la lucha por las medallas.
Su tercer combate era el que llevaba temiendo desde que salieron los sorteos y vio los posibles cruces. Pese a no haber hecho nunca contra ese rival, su fama le precedía y eso hizo mella en el competidor zaragozano. Debido a esto, a pesar de la confianza que puede darte tener a un entrenador como Raúl Clemente en la silla, Iván saltó al tatami bastante temeroso y despistado. Así sucedió que, pese a la reiterada insistencia de Raúl por evitar que atacara de uchi mata, Iván entendió lo contrario y puso a su rival la contra en bandeja: ippon de uchi mata sukashi. Algo positivo que podemos sacar en claro es que, pese a esta confusión, Iván se sintió cómodo en su combate y vio que su rival no dejaba de ser un nombre más al que podía hacer frente en una futura confrontación. Ahora tocaba repesca e intentar llegar al bronce.
En su primer combate de repesca, salió con mucha más confianza y ganas de luchar por el bronce. Gracias a ello, pudo completar su confrontación en los primeros minutos del combate con un ippon que le permitía clasificarse para el combate por el bronce.
Para este último combate Iván salió con muchas granas y fuerza, aspectos que compartía con su rival. Quiso trabajar con sus agarres y su judo, pero un mal cambio de guardia hizo que su contrincante aprovechara la posición de izquierdas de Iván para lazarle al tatami con un ura nage que le costó la medalla.
Un quinto puesto muy meritorio que, aunque le sirvió para ganar confianza para sus próximas confrontaciones contra su rival más temido, de nuevo supo a poco.
– Javier Romeo tuvo un sorteo difícil que hizo que su primer combate fuera contra un rival fuerte contra el que poco pudo hacer el judoka de Villanueva. A esa mala suerte de los sorteos, se sumó que su primer rival perdiera la siguiente confrontación dejando sin opciones de repesca al competidor aragonés. Una competición corta, pero igualmente sirve para atesorar experiencias e ir aprendiendo de los errores.
– El cuadro femenino arrancó con una María Murillo que iba a por todas. Dispuesta a luchar todos y cada uno de sus combates y a dar el máximo. Y así fue. Salió con garra y nervio y aunque al principio le costaba encontrarse cómoda, en cuanto conseguía sus agarres, dominaba el combate.
Su primera confrontación fue contra una judoka dura de agarres que complicaba la postura erguida del judo de María, pero finalmente consiguió vencer su combate gracias a un seoi de rodillas. El segundo combate fue contra una rival muy fuerte contra la que poco pudo hacer. Afortunadamente, esa chica llegó a la disputa por las medallas y pudo dar opciones de repesca a nuestra competidora.
Su tercer combate, ya en la ronda de repesca, fue un combate muy duro en el que sufrió por los agarres ya que la otra competidora era muy muy fuerte. De todos modos, a falta de un minuto de randori María consiguió fijar sus agarres, conseguir la comodidad que buscaba y dicho por Alberto (quien estaba en ese momento llevando su combate): “clavó un pedazo de morote entrando cruzada que me levantó de la silla”.
En su cuarto combate hubo cierta controversia ya que ni su rival sabía a ciencia cierta si se trataba del combate por el bronce o era uno más de repesca. Una vez sorteamos este pequeño trámite, nuestra competidora saltó al tatami como si del combate por el bronce se tratara: agarró, movió, controló el combate desde principio y volvió a superar otro randori más con un precioso ippon de seoi gracias al cual salió con fuerzas renovadas para su siguiente combate: Esta vez sí, el del bronce.
Su último combate fue contra una competidora ya conocida contra la cual se había enfrentado en Zaragoza en múltiples ocasiones. De nuevo María comenzó su combate con ganas y fuerza, aunque algo temerosa por el recuerdo de sus anteriores combates contra esta rival. El judo táctico, rígido y sin tan apenas acciones técnicas de la otra contendiente hizo imposible sacar un combate en el que, a pesar de no poder casi apoyar el pie debido a una serie de acciones de su rival, María consiguió llegar a la técnica de oro. Finalmente, por acumulación de shidos, perdió el combate.
De nuevo un quinto puesto muy meritorio y luchado que ha servido para adquirir nuevas experiencias y aún más ganas para la próxima competición.
– Lucía, pese al poco tiempo que lleva compitiendo, está experimentando una progresión increíble. Hizo unos combates buenísimos en los que lo único que le faltó fue un poco de confianza en sí misma ya que el físico lo tiene y, aunque aún falta mucho por aprender, también tiene la técnica suficiente como para plantar cara a cualquiera de su peso.
Empezó su primer combate un poco apagada, con agarres bajos y una posición sumisa. Sin embargo, afortunadamente, esto cambió tras el segundo mate. La confianza se apoderó de ella y comenzó a hacer un judo mucho más suelto y erguido, para así terminar venciendo a su contrincante gracias a un koshi guruma que le valió un ippon directo.
Sus siguientes combates evolucionaron de manera similar hasta que llegó al combate con la que posteriormente quedaría campeona en su categoría. Contra esta chica poco pudo hacer y perdió su combate. Eso sí, queda en la mente de Lucía que, como su rival misma le reconoció, “Tú también estás muy fuerte y eso que yo no suelo decir esas m…”
Para el combate por el bronce, la misma cara de Lucía presagiaba el final del combate. Los nervios tras haber visto los combates anteriores de su contrincante se apoderaron de ella y salió al combate derrotada antes de siquiera haber escuchado el “hajime”.
El último de nuestros quintos puestos. Muy meritorio y luchado aunque falta un poquito más de confianza.
– Sandra tuvo un par de combates complicados. Sus rivales no eran nada sencillas de ganar y así quedó demostrado con ambas en el podio de su categoría. En su primer combate poco pudo hacer contra una competidora mucho más fuerte. Tocó esperar mucho hasta su siguiente combate y esto también hizo mella en sus nervios. La segunda, fue una confrontación en la pudo hacer un mejor judo y mostrar algo más de garra e intenciones. Sin embargo, la otra rival fue más hábil y consiguió derribarla marcando ippon y decidiendo el combate a su favor, eliminando finalmente a Sandra de la competición.
Por la tarde, después de una paellita a cargo de la organización de la copa, empezaba la competición de los infantiles. De nuevo un intenso calentamiento y pronto atentos a los combates que empezaban nuestras pequeñas: Lucía Plou y Nerea González, ambas en la misma categoría (-44).
Nerea libraba unos cuantos combates y su primero, si todo iba como debía, sería contra su compañera de club, Lucía. Una lástima que el sorteo fuera así ya que, de haber ido por tablas distintas, su combate habría sido en la final y no en semis.
Los dos combates previos a la semifinal de Lucía fueron combates muy bien resueltos contra rivales fuertes en pie, cosa que pudo resolver bien desde el suelo inmovilizando a sus contrincantes.
Así llegó a la semifinal contra su compañera Nerea. Este fue el primer combate que hacía ella y supuso para ambas una confrontación disputada en la que las dos lograron puntuar a su favor. Sin embargo, el combate terminó decantándose a favor de Lucía pasando ella a la final y dejando a Nerea para el combate por el bronce.
El siguiente combate, la final, fue contra una chica de Club Judo Huesca. Ambas, competidoras y amigas que dejaron un buen nivel de judo sobre el tatami. El combate lo ganó Lucía quedando así campeona de la competición.
En el caso del combate de Nerea por el bronce, terminó de manera similar. De nuevo, contrincante de Club Judo Huesca y de nuevo combate entre amigas. Un judo marcado por la rabia tras el combate anterior (a nadie nos gusta perder), ayudó a que nuestra judoka pudiera vencer su disputa obteniendo así la medalla de bronce, asegurando así un podio enteramente aragonés.
Aún queda mucho por hacer, pero todos y cada uno de nuestros competidores marcharon de ahí con buenas sensaciones y con ganas de seguir esforzándose para sus siguientes citas con el tatami. Tras la competición, aún quedaba un poco más de fin de semana que todos aprovechamos, gracias a la Bertoneta, para conocer un poquito más la isla de Tenerife. Que no todo es competir, no?
Destacar la presencia de nuestros entrenadores Cristina Berrocal, Raúl Clemente y Alberto Franco que además de dirigir muchos de los combates de los componentes de la expedición de Judo Club Zaragoza y corregirles en las cosas a mejorar, guiaron los calentamientos y supieron sacar una sonrisa y reconfortar a los competidores tras los combates menos buenos.